Antonio Montero Alcaide ha ejercido la docencia en distintas etapas del sistema educativo y actualmente desarrolla su actividad profesional como Inspector de Educación y Profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla, por la que obtuvo el Título de Doctor con Premio Extraordinario. Es autor de libros, principalmente referidos a la organización escolar y al diseño y desarrollo del currículo, y publica artículos en revistas científicas y de información educativa. Asimismo, participa en proyectos de investigación y colabora en congresos y actividades de formación del profesorado.
Resumen de PEDRO I
Pedro I de Castilla fue un personaje histórico fascinante. Único rey castellano de ese nombre, la singularidad atraviesa buena parte de los años de su convulsa vida y es razón de una extensa historiografía petrista, además de textos y obras literarias. Su infancia estuvo marcada por la desatención que recibió de su padre, el rey AlfonsoXI, que prácticamente abandonó a la reina María de Portugal para unirse a la concubina Leonor de Guzmán,con la que tuvo una prole de bastardos. Entre ellos, Enrique de Trastámara, que quitó la vida a Pedro I, en el fratricidio con que termina la guerra civil castellana. Un destacado cortesano, que conoció y participó en los acontecimientos, Pedro López de Ayala, escribió,además del Libro Rimado de Palacio, la crónica del rey don Pedro, con una relevante factura, tanto literaria como histórica, y fuente principal para el conocimiento del reinado. Las páginas de este libro se ocupan de la atractiva vida de Pedro I, con un primer acercamiento explicado por las revelaciones de los estudios de sus restos mortales y las últimas voluntades de su testamento, hecho en 1352.A la crónica de López de Ayala, y al propio cronista, que fue canciller de Castilla, se presta especial atención elaborando un atrayente análisis del tiempo y del reinado de Pedro I
Resumen de PEDRO I
Pedro I de Castilla fue un personaje histórico fascinante. Único rey castellano de ese nombre, la singularidad atraviesa buena parte de los años de su convulsa vida y es razón de una extensa historiografía petrista, además de textos y obras literarias. Su infancia estuvo marcada por la desatención que recibió de su padre, el rey AlfonsoXI, que prácticamente abandonó a la reina María de Portugal para unirse a la concubina Leonor de Guzmán,con la que tuvo una prole de bastardos. Entre ellos, Enrique de Trastámara, que quitó la vida a Pedro I, en el fratricidio con que termina la guerra civil castellana. Un destacado cortesano, que conoció y participó en los acontecimientos, Pedro López de Ayala, escribió,además del Libro Rimado de Palacio, la crónica del rey don Pedro, con una relevante factura, tanto literaria como histórica, y fuente principal para el conocimiento del reinado. Las páginas de este libro se ocupan de la atractiva vida de Pedro I, con un primer acercamiento explicado por las revelaciones de los estudios de sus restos mortales y las últimas voluntades de su testamento, hecho en 1352.A la crónica de López de Ayala, y al propio cronista, que fue canciller de Castilla, se presta especial atención elaborando un atrayente análisis del tiempo y del reinado de Pedro I